En
razón de las interrogantes planteadas sobre la etimología del topónimo Mala por
agudos lectores de este naciente blog retomaremos los comentarios que iniciamos
en el artículo anterior (“La actual teoría etimológica del
topónimo Mala es errónea” del 11 de abril 2013), para complementarlo de forma más constructiva
y didáctica.
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¿Mala deriva del vocablo Mallac?
Desde hace casi tres cuartos de siglo la
Municipalidad maleña se ha limitado a transcribir y publicar, tanto en su
portal web como en folletos y revistas, que
Mala deriva del vocablo
‘aimara’ Mallac, sin la debida fundamentación.
Mi curiosidad como
maleño interesado llevó a preguntarme de dónde obtuvieron esa información etimológica
y sobre todo, ante mi duda, si esta versión es veraz.
Al iniciar mis investigaciones hice lo lógico,
recurrir al ente oficial que la difunde, pero en el Municipio no tenían idea. Así
que empecé una búsqueda frenética hasta que en una biblioteca limeña encontré
un ejemplar, original, de un libro publicado en 1935 y al hojearlo comprendí
que tenía en mis manos la fuente de la teoría y pensé que, en esas lejanas
épocas, algún maleño tuvo la posibilidad de conocerlo y extrajo lo referente a la
teoría de Mallac y, sin efectuar
previa evaluación o análisis de la lenguas nativas, fue adoptada como origen del nombre del valle, idea que permanece hasta la fecha.
El libro hallado se titula ‘Las Culturas
Pre-hispánicas del Departamento de Lima’, escrito por el sacerdote Pedro
Eduardo Villar Córdova y publicado en 1935. Este sacerdote empleó, como punto de partida para averiguar la etimología de Mala, el incierto vocablo Malla1, un término
escrito ("cuzqueñizado") por Garcilaso de la Vega al referirse a nuestro valle en sus
“Comentarios Reales”. El intento de Villar puede leerse entre las páginas 255 y 256 de su libro. Desde
esa época no ha existido ningún trabajo de investigación científica sobre la
etimología del topónimo Mala.
Publicaciones posteriores
En 1973, el tisiólogo Max Espinoza Galarza publicó
su libro “Toponimia Quechua del Perú”. Este médico, muy entusiasta, se limita a
recopilar supuestos ‘significados’ de topónimos que le proporcionan amigos o de
anécdotas escuchadas como él mismo indica en el prefacio e incluye la teoría
etimológica que Villar dedica a Mala.

Ambos autores, al enfocar el tema etimológico de
Mala, sólo se limitaron a repetir literalmente
los conceptos publicados por Villar Córdova sin llevar a cabo ninguna
investigación para verificar o contrastar su veracidad (uno de ellos llega a afirmar
que la palidez de los pobladores maleños, antiguos y actuales, fue
causado por el paludismo).
A manera de conclusión
Hace poco más de dos años, después de visionar el reportaje “Huacas del Sur” de Gonzalo Torres, inicié los trabajos de investigación de la etimología del topónimo2 con el inapreciable apoyo de un reconocido docente universitario con Ph.D. en lingüística. Los resultados obtenidos me permiten sostener que Malla, una palabra 'cuzqueñizada' por Garcilaso, no reúne los requisitos lingüísticos para ser empleada en estudios toponímicos. Además, la teoría de Villar Córdoba fue lograda de manera empírica, basada sólo en deducciones carentes de fundamentos lingüísticos y alterando groseramente la gramática y acepciones de voces quechuas y aimaras seleccionadas por él.
Hace poco más de dos años, después de visionar el reportaje “Huacas del Sur” de Gonzalo Torres, inicié los trabajos de investigación de la etimología del topónimo2 con el inapreciable apoyo de un reconocido docente universitario con Ph.D. en lingüística. Los resultados obtenidos me permiten sostener que Malla, una palabra 'cuzqueñizada' por Garcilaso, no reúne los requisitos lingüísticos para ser empleada en estudios toponímicos. Además, la teoría de Villar Córdoba fue lograda de manera empírica, basada sólo en deducciones carentes de fundamentos lingüísticos y alterando groseramente la gramática y acepciones de voces quechuas y aimaras seleccionadas por él.
Por lo tanto podemos decir con seguridad que Mala NO deriva del vocablo Mallac, sin desdeñar la labor de Villar, pues fue hecha con buenas intenciones ya que en esas épocas la disciplina lingüística de lenguas nativas era desconocida.
Asumiendo como propia la exhortación del concejo municipal3 a ‘realizar por quien se proponga, la importante tarea de escribir una “Historia del Pueblo de Mala”, que ofrezca una visión más detallada’, les puedo manifestar con absoluta seguridad que el nombre primigenio de Mala NO contiene referencias a características étnicas; ni menos los absurdos comentarios del color de piel de los maleños causado por paludismo o carencia de comida.
NOTAS: 1 En el Apéndice ‘Malla’ del libro de mi autoría: “Mala. Valle generoso, Pueblo Milenario” (http://malagenerosa.blogspot.pe/2013/08/el-libro.html) aún inédito, se analiza cada término que el sacerdote empleó para intentar deducir empíricamente el origen y significado del topónimo del pueblo y del valle.
3 Publicado en el folleto ‘Breve historia y realidad del
Distrito de Mala’ por el Municipio en el año 2008.
Amigos, en siguientes artículos seguiremos desarrollando el tema etimológico del topónimo Mala, espero sus comentarios, críticas y sugerencias de los amigos blogueros interesados en conocer la historia de nuestros pueblos.
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